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Campamento Anti-Extractivista BILM

“Sepé” Martín G. Delgado Cultelli


Apenas habíamos llegado a Quito, cuando tuvimos que partir hacía la Amazonía

cruzando la imponente Cordillera de los Andes. 5 horas de bus en donde cruzamos por

gran parte de las geografías de ese país llamado, Mitad del Mundo. Subimos las

montañas y pasamos por un paramo a más de 4000 msnm, fuimos bajando y viendo

primero el bosque nublado y luego las yungas o ceja de selva andina. Estos territorios

eran también territorios humanos en donde se podía apreciar las distintas formas en que

la gente que vive en la Mitad del Mundo subsiste. Desde un pequeño puesto de comidas

mujeres andinas al lado de una ermita de la Virgen y lo alto del páramo, hasta los

pintorescos pueblitos a lo largo de la ceja de selva. También la presencia de las

serpientes negras que han estado horadando y quemando al mundo en los últimos 100

años. En muchos tramos, la presencia de los oleoductos que transportan el petróleo

desde las zonas selváticas hasta las grandes urbes andinas y de la costa. Dragon que da

de comer y mata al mismo tiempo al Ecuador.

La entrada de ese gigantesco mundo vegetal llamado Amazonía, sobrepasaba todas las

imaginaciones posibles. Me parecía estar entrando a un gigantesco monte nativo de mi

territorio, era como si los bosques autóctonos del Uruguay hubieran tomado esteroides.

Kilómetros y kilómetros de una masa vegetal plagada de todos los seres habidos y por

haber. Y al contrario de los imaginarios occidentalistas sobre el mundo amazónico, esa

selva esta llena de seres humanos que viven, lloran, aman, son felices, tristes y viven

con pasión sus vidas. Ver la generación de las nubes por la neblina de la selva, que serán

llevadas por vientos celestiales a las pampas para que estas sigan siendo verdes prados

de ensueño, era muy emocionante. Es como estar en el centro de la respiración del

continente y saber que, en Abya Yala, hay vida.

El Movimiento de Liberación Indígena y Afrodescendiente tuvo una decisión muy

acertada que no muchos lo hacen. Realizar un encuentro continental en una comunidad.

Para que las gentes que venimos de otros lados veamos de primera mano como viven en

dicha comunidad y cuales son sus desafíos concretos. Salir de la retorica abstracta de las

clásicas denuncias y poner el cuerpo en los territorios, los conflictos y las

comunalidades. Eso es lo que falta más en el activismo internacional, hacer carne los

territorios, hacer cuerpo los conflictos y hacer parte de nuestra vida las comunalidades.

De la Comunidad Kichwa Amazónica La Serena me guardo mágicos recuerdos y

experiencias. Me parece que la Comunidad La Serena es un ejemplo pragmático y

concreto de Buen Vivir. Viendo estas comunidades uno puede decir que el Buen Vivir

no es solo una utopía, es una realidad en la cual viven muchas comunidades a lo largo

de este camino sagrado de ancestralidad que llamamos Continente.

Si bien el objetivo del encuentro no era de hacer un trabajo espiritual, lo viví como un

gran proceso de sanación y fortaleza física y espiritual. La Serena y el territorio

amazónico del Napo tienen una potencia de la vida y una sacralidad que hacen muy bien

en defenderla de las vorágines capitalistas. La tomada de wayusa en las mañanas me hizo acordar a lo que los ancian@s charrúas hablan de como era originalmente la costumbre de toma la yerba mate. Me pareció ver en los kichwas amazónicos de La Serena formas que antiguamente tenia mi pueblo y las fuimos perdiendo (o nos las fueron arrebatando). Sin embargo, compartiendo con otros hermanos del BILM, me di cuenta, que a pesar de los borramientos que sufrió mi pueblo, estamos haciendo cosas

importantes en el camino para lograr nuestra libre autodeterminación. Tenemos que

fortalecer el camino hecho.


En el encuentro del BILM llevamos el planteamiento de los debes del Estado Uruguayo

en el no reconocimiento de sus pueblos indígenas. La denuncia de la negativa del

Estado en la ratificación del Convenio 169 de la OIT. Y fue grato encontrar a los

hermanos de Surinam, el otro país Sudaméricano que no tiene ratificado el Convenio

169 de la OIT y hablar de las problemáticas comunes. Como no se respeta nuestra

consulta previa, la forja de una sociedad nacional basada en colonos europeos y como la

agricultura industrial esta destruyendo los territorios. Justamente también llevamos la

denuncia de la crisis ambiental que recientemente ha vivido el Uruguay, en donde 2

millones de personas (incluyendo la capital) vivimos sin agua potable durante más de 3

meses. Crisis producto de una fuerte sequía debido al Cambio Climático (y de ahí su

vínculo con la deforestación de la amazonia), la forestación y agro-bissness (y su

consumo excesivo de agua dulce) y el proyecto privatizador de la empresa publica de

aguas OSE impulsado por el gobierno derechista de Luis Lacalle Pou. La negativa al

reconocimiento de los derechos indígenas se debe también a darle carta blanca a las

empresas trasnacionales que saquean los territorios. Un cuestionamiento que justamente

llevamos es que el problema del extractivismo en Abya Yala no es solo de la minería,

sino también el agro-bissness también genera efectos destructores para la vida.


Cuando recorrimos el río Jatunyacu y ver la explotación minera en medio de la selva,

también pudimos entender porque los pueblos amazónicos de la Mitad del Mundo hacen

tanto hincapié en el problema minero. Un recorrido que comenzó siendo mágico y de

ensueño, se torno una pesadilla. Recorrer la selva por el río fue como un sueño hecho

realidad, pero al ver el impacto de la minería fue totalmente chocante. Ver los niños

bañándose al lado de donde lavan oro. O como se deforesta masivamente y se remueve

tierra es apocaliptico. Sentía como si estuviera viviendo la parte dos del libro de José

Eustasio Rivera, La Vorágine, que describió ese holocausto amazónico del 900. Hoy hay

uno nuevo vinculado a la explotación minera tanto “artesanal” (que de artesanal no tiene

nada) y masiva por las empresas chinas. Esa también es otra enseñanza, la disputa

económica entre Estados Unidos y China no necesariamente es beneficiosa para

nuestros territorios. Los chinos están haciendo lo mismo que hacían los gringos y en

antaño, los españoles. 500 años después, seguimos siendo invadidos por proyectos

coloniales. En ese sentido reafirmar la importancia de la lucha anticapitalista. La

vorágine capitalista es un monstruo que llega hasta el corazón de la selva. No importa el

Estado que tenga atrás si yankee, europeo, ruso o chino, el problema es el capital.


Finalmente decir que el reencontrar con varios hermanos y hermanas siempre es una

caricia al corazón. Saber que no solo somos compañeros de militancia o activismo,

somo hermanos de lucha. Somos seres sentientes que nos queremos, apreciamos,

acompañamos y respetamos. También es un profundo honor haber sido elegido para acompañar a la hermana Lucía Ixchiu en este proceso de coordinación de la agenda

indígena. Seguimos caminando porque somos pueblos libres.



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