Nosotros y nosotras, organizaciones, colectivos y activistas participantes en la red del Movimiento de Liberación Indígena y Negra (BILM) declaramos nuestro repudio frente a la espiral de violencia política que vive nuestra hermana República de Haití, tras el asesinato del Presidente Jovenel Moïse, ocurrido el pasado 7 de julio de 2021, en la ciudad de Puerto Principe.
La violencia política que vive Haití es el resultado histórico de la ominosa perpetuación de estructuras neocoloniales y de control geopolítico sobre Haití, que han estado basadas a su vez en la histórica discriminación y racialización de los pueblos afrocaribeños.
La nación haitiana ha estado en búsqueda de su independencia y su propio camino a la democracia desde la gesta libertaria de 1804.
Su historia republicana esta marcada por la represión y la imposición de gobiernos dictatoriales que en contubernio con los intereses de las potencias coloniales y neocoloniales, han truncado la búsqueda de la democracia del Pueblo negro hiatiano. Desde finales de los años noventa del siglo pasado, la fuerza democratizadora de Haití fue refrenada por los intereses geopolíticos, las estructuras oligárquicas y la sistemática corrupción del sistema de partidos; pero sobre todo por la vergonzosa sucesión de ocupaciones militares de Haití, la más reciente gestada por la llamada MINUSTHA de la ONU cuyos devastadores y desastrosos resultados se proyectan frente a la crisis actual.
Por lo tanto, como organizaciones hermanas a la población afrodescendiente de Haití reivindicamos:
Que se abra un proceso de transición hacia una nueva normalidad constitucional liderada por sectores políticos y sociales haitianos.
Que no haya bajo ningún concepto intervención y ocupación militar ya que se ha demostrado desde hace años que solamente repercute en nuevas violaciones de derechos de la población haitiana.
Que se haga justicia a nivel global con Haití teniendo en cuenta el fracaso de políticas ejercidas por agencias internacionales y el saqueo ejercido a los recursos del país.
Que se cumpla una agenda de cooperación con Haití para combatir decididamente la pobreza en el marco de una histórica reparación por el saqueo colonial y neocolonial sufrido por el Pueblo Haitiano.
Que el espíritu de los ancestros en la lucha por la República, la Independencia y la Emancipación nos acompañe.
¡Viva Haití! ¡Reparación ya para Haití!